BELÉN VIVIENTE
El belén viviente, así lo hemos llamado, consiste en una evangelización habitual donde salimos a la calle anunciando el Kerygma e invitando a la gente a entrar a la Iglesia a adorar a Jesús. Pero la ambientación es muy diferente. La Iglesia se convierte en el Portal de Belén. La Virgen, San José, los pastores, los reyes magos... todos adorando al Niño Jesús, que está vivo en la Eucaristía. Esta ambientación está inspirada en un episodio de la Vida de San Francisco de Asís. Aquella Navidad de 1223 en Greccio San Francisco convirtió un establo en el pesebre de Belén, buscó a unas personas que hicieron de María y José, consiguió a los animales, y en medio de ellos, se celebró la Eucaristía, y fue Jesús Eucaristía quien se hizo presente en aquel Belén tan especial.
EVANGELIZACIÓN EN LA SANTA CRUZ DE COSLADA
"Roguemos al Señor que nos ayude a atravesar las fachadas deslumbrantes de este tiempo hasta encontrar detrás de ellas al niño en el establo de Belén, para descubrir así la verdadera alegría y la verdadera luz" (Benedicto XVI, 24-12-2011)
Esta misión fue muy especial. En estas fechas de Navidad sabíamos que la Evangelización debía de tener algo diferente, queríamos dar a conocer a Jesús Niño, pero a un Niño Jesús vivo y presente, pero ¿Qué hacemos?.
Lo primero que hicimos fue ponernos a rezar a ver que nos sugerían desde El Cielo, porque las nuevas ideas para evangelizar nuestro mundo es El Señor quien las tiene ya pensadas..., y así fue: Recrear el primer Belén viviente que San Francisco de Asís hizo en Greccio (Italia) en el año1223. Aquella Navidad San Francisco convirtió un establo en el pesebre de Belén, buscó a unas personas que hicieron de María y José, consiguió a los animales, y en medio de ellos, con permiso del Obispo, se celebró la Eucaristía, y fue Jesús Eucuaristía el niño Dios que estaba presente en aquel Belén tan especial.
Una vez que dijimos que sí a la idea todo fue saliendo por sí solo, en la parroquia nos dieron el visto bueno, luego buscar a San José y a la Virgen y por último la paja...
Todo salió mejor de lo que pensábamos y la noche del 23 de diciembre, esta pequeña parroquia se convirtió en el pesebre donde estaba el Niño Jesús deseando recibir a muchas personas que vendrían a adorarle.
"En el niño Jesús, Dios se ha hecho dependiente, necesitado del amor de personas humanas, a las que ahora puede pedir su amor, nuestro amor. (Benedicto XVI, 24-12-2011) |
A las 21.00 de la noche los misioneros comenzamos a salir, recorrimos toda la zona yendo también casa por casa anunciando el amor de Dios y al Niño Jesús que estaba en la parroquia esperándoles.
Mientras a la parroquia llegaban muchos niños, eran los qué habíamos invitado a la salida del colegio para que visitasen nuestro Belén viviente tan particular. Al llegar a la Iglesia se les contaba que en el altar estaba el Niño Jesús realmente y se les invitaba a rezarle, un misionero nos cuenta que una niña pequeña le decía:
"¡Esta sí que es la Virgen María de verdad!"
Fue impresionante la participación de los feligreses de la parroquia, muchos se lanzaron a acompañarnos en la evangelización, otros, los que se vistieron de pastores, se quedaron en la parroquia acogiendo a las nuevas personas que llegaban, otros invitaban a chocolate a los recién llegados.
Esa noche, llegar a la parroquia de la Santa Cruz era como llegar a Belén.
Los misioneros daban testimonio de la gran acogida que tuvo el anuncio en muchas personas, algunas familias incluso salieron de sus casas para dirigirse hacia la Iglesia. Todos los que estuvimos allí podemos afirmar que algo extraordinario pasó esa noche, que desde el Cielo se estaban moviendo muchos corazones y que por acción de la oración de tantas personas ese día hubo muchos que experimentaron la luz del Señor.
El Papa, al día siguiente, en la homilía de Nochebuena, providencialmente, nos explicó la importancia del Belén viviente de San Francisco en Greccio, parecía, cómo decía una mujer del grupo, que Kerygma estaba en sintonía con la voluntad de Dios. (Enlace de la Homilía Nochebuena Benedicto XVI)
Felicitamos a la parroquia, a los misioneros del Verbum Dei, al grupo de Totus Tuus, a los jóvenes de San Pedro y San Pablo, a la Comunidad Israel y a todos los que participaron con entusiasmo y confianza en esta gran aventura del Señor que hicieron del nacimiento de Dios un nuevo mensaje de salvación para tantas personas.
¡Feliz Navidad y qué Dios os llene de bendiciones en este nuevo año que comenzamos!
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