Crónica Belén viviente en la parroquia Nuestra
Señora del Val
Nuevamente nos
conmueve que Dios se haya hecho niño, para que podamos amarlo, para que nos
atrevamos a amarlo, y, como niño, se pone confiadamente en nuestras manos. Dice
algo así: Sé que mi esplendor te asusta, que ante mi grandeza tratas de
afianzarte tú mismo. Pues bien, vengo por tanto a ti como niño, para que puedas
acogerme y amarme.
Benedicto XVI. Homilía Misa de Nochebuena. 24/12/2012
El pasado 28 de diciembre, día de los Santos Inocentes, la parroquia de Nuestra Señora del Val se convirtió en el hogar de un niño recién nacido, el niño Jesús. Quienes íbamos a adorarle también nos sentimos niños, con corazones de niños y de niñas que iban a ver a su Salvador, al Niño Dios.
La Parroquia del Val se convirtió en el Portal de Belén |
A la entrada, tres pequeños corderos nos recordaban a Jesús, cordero manso, pastor que cuida de sus ovejas. Los niños y los mayores pudimos jugar dentro del redil con los pequeños corderos, que se dejaban mimar y coger en brazos.
Blanquita, Copito de nieve y orejitas no se perdieron el Belén viviente |
Miriam, el Rey Melchor y Blanquita |
El Rey Gaspar y Blanquita |
En el interior, la paja marcaba
el camino hacia el pesebre y en el altar, Jesús, recién nacido por obra del
Espíritu Santo a través de las manos del sacerdote, era adorado por José (Federico)
y María (Elena).
José y María adorando a Jesús en la Eucaristía |
Recordábamos con este belén el
primero que se hizo en la historia, cuando en la Nochebuena de 1223, en la
ciudad de Greccio, San Francisco de Asís decide recordar y escenificar el
nacimiento del niño Jesús en Belén. Según el beato Tomás de Celano, que
escribió la vida del Santo, lo hizo por el deseo de “celebrar la memoria del
niño que nació en Belén y quiero contemplar de alguna manera con mis ojos lo
que sufrió en su invalidez de niño, cómo fue reclinado en el pesebre y cómo fue
colocado sobre heno entre el buey y el asno”. Sobre el altar, cubierto de paja,
a modo de pesebre, se celebró la Santa Misa en la parroquia del Val y
comulgamos a Jesús, vivo y resucitado, presente en la Eucaristía para ser
nuestro alimento.
Jesús vivo en la Eucaristía |
Los Reyes Magos (Roberto, Elena y
Dani) recogieron los deseos de los niños que se les acercaban y se dejaron
fotografiar con ellos. Les repartían caramelos y les contaban cómo habían
venido desde muy lejos siguiendo una estrella para adorar al Hijo de Dios,
hecho hombre. Vimos a muchos feligreses salir
emocionados del Templo, después de ver a Jesús adorado como Dios y querido como
un niño. Algunos habían estado en esa parroquia hacía años y disfrutaron
participando ahora de la adoración.
Muchos niños vinieron esa noche para adorar a Jesús |
Isabel, en acogida, no paraba de
hablar de Jesús, de cómo había sido su encuentro con él hacía pocos días,
durante un cursillo de Cristiandad: “no puedo parar de hablar de Jesús; es que
no puedo parar…” Mª Carmen, catequista de la
parroquia, salió a evangelizar por la calle por primera vez con David y volvió
muy contenta con lo que había vivido. Marisol, de la escuela diocesana de
evangelización, también se estrenó aquella tarde como misionera, anunciando el
Amor de Dios. Entraron muchas familias con niños y Almudena, a los pies de
Jesús, explicaba a los pequeños, sentados en la paja, que aquel a quien todos
miraban era Jesucristo, el Hijo de Dios, que estaba vivo, que nos quería mucho
y que siempre cuidaba de nosotros.
¡Gracias a toda la Parroquia del Val! |
Hoy, Dios no forma parte de las realidades urgentes. Las cosas de Dios,
así decimos y pensamos, pueden esperar. Y, sin embargo, él es la realidad más
importante, el Único que, en definitiva, importa realmente. ¿Por qué no
deberíamos también nosotros dejarnos llevar por la curiosidad de ver más de
cerca y conocer lo que Dios nos ha dicho? Pidámosle que la santa curiosidad y
la santa alegría de los pastores nos inciten también hoy a nosotros, y vayamos
pues con alegría allá, a Belén; hacia el Señor que también hoy viene de nuevo
entre nosotros. Amén.
Benedicto XVI. Homilía Misa de Nochebuena. 24/12/2012
Dios se ha
hecho Niño para estar con nosotros, para que le acojamos en nuestra vida.
Abramos
nuestro corazón a Jesús y dejemos que Jesús nazca en nuestro corazón.