29 sept 2013





Belén orando con la Palabra de Dios en Arde Complutum 2013
“Jesús sí cree en ti”

Testimonio de Belén Domingo

     Sucedió en la evangelización del día 16 de Julio (día de la Virgen del Carmen). Salimos juntas la hermana Caridad, Peregrina de la Eucaristía, y yo (Belén).
Caridad anunció el Kerygma a Miguel y Laura, amigos entre ellos, mientras yo rezaba. Miguel dijo que no creía en Dios, pero Caridad le contestó: “Jesús sí cree en ti”. Tras un rato de conversación con él, Laura dijo que tampoco creía aunque había vivido la fe hasta los 18 años, había ido a un colegio religioso e incluso se había confirmado. Después del fallecimiento de su madre, siendo ésta joven todavía, y viendo cómo en su trabajo  de enfermera había niños que morían por enfermedad sin culpa ninguna, aun teniendo una vida por delante, y ancianos enfermos que seguían vivos… 

     Laura no encontraba explicación alguna y por lo tanto tampoco al sufrimiento. Después de un largo rato de conversación con ella, nos dijo que quería saber el porqué de algo que le pasaba y si nos podía hacer una pregunta, pero antes se dirigió a Miguel diciéndole que era una cuestión muy importante para ella, de tal manera que le pedía tiempo; él le dijo que hiciera la pregunta sin ningún problema.

     Quería saber por qué cada vez que veía una estampa o imagen de la Virgen o cualquier Santo, no podía soportarlo, algo le pasaba en su interior, no podía rezar, a las iglesias no podía pasar e incluso nos contó que una vez vio la Palabra de Dios escrita en unas piedras en Navarra y no pudo leerlas (yo con más insistencia y fuerza pedía ayuda a la Virgen, al Arcángel San Miguel, no dejaba de invocar para mover su corazón y que se realizara su conversión).

     Caridad le propuso que nos acompañara y lo intentara de nuevo con nosotras, porque el  Santísimo estaba expuesto. Ella aceptó y volvió a preguntar a su amigo, que le dijo que sí, e incluso la animaba a que fuera para disipar esa inquietud.
Fuimos hacia la Catedral, le di una estampa de la Virgen del Carmen y dijo que no podía cogerla; su abuela también le decía que rezara a la Virgen, pero no podía; Caridad seguía hablando con ella y contándole su testimonio. Al llegar a la Catedral y ver la velas, dijo que no podía seguir, se quedó parada y empezó a decir que no, que la perdonásemos, pero que no podía seguir andando, empezaba a ponerse mal. Le propusimos hablar con un sacerdote para que él le pudiese explicar lo que le pasaba. Ella sin titubear dijo que sí.
Salió el sacerdote, la invitó a pasar dentro y ella dijo que mejor fuera, porque le era imposible entrar. Ahí se quedaron. Nosotras invitamos a Miguel a pasar y rezar por su amiga ante el Señor y aceptó.  Tras un ratito de oración nos dijo que era algo especial lo que le estaba pasando; como  ya iban a reservar al Señor, nos quedamos hasta recibir la bendición.

     Al salir hacia fuera, vimos a Laura y al sacerdote hablando dentro de la Catedral.Ella dijo al sacerdote que, cuando nos viera, nos dijera que se había confesado.

                                                                                                    Belén Domingo


(Nota: Miguel y Laura son nombres ficticios, para preservar la intimidad de quienes vivieron esta experiencia).