CRÓNICA SEMANA DE EVANGELIZACIÓN
ARDE COMPLUTUM 2014
(Jn 3, 14-15)
Adoración en la Plaza de los Santos Niños (20-VII) |
“¡Que todos los hombres
se salven y te conozcan de corazón, Señor!”: con esta súplica acompañándonos en
el corazón, hemos celebrado, con fe en el poder de Dios, Arde Complutum 2014, una Semana de Evangelización que ha tenido
lugar en la Diócesis de Alcalá de Henares del 13 al 20 de julio, donde se han
reunido un grupo de misioneros con el deseo de llenarse del Espíritu Santo y
predicar con valentía la palabra de Dios (cfr. Hch 4, 31). Hace meses escribimos pidiendo oración a
conventos de toda España, para que sostuvieran la misión con su vida ofrecida,
“siendo el amor” que alienta a los evangelizadores.
Misioneros llenándose de Dios antes de salir a evangelizar en Valdilecha, durante los días de misión en las parroquias |
El domingo 13 de julio acogimos a los
participantes en nuestros Seminarios Diocesanos: alabanza, presentación y cena
compartida. El lunes tuvimos momentos de oración, pues nadie puede dar lo que
no tiene: nos llenamos de Dios para, como la samaritana, poder después
desbordarlo. Miguel Ángel Pardo nos ayudó a orar con una meditación. A
continuación, Enrique Santayana impartió la formación sobre la dignidad del
cristiano, que es partícipe de la misma misión de Cristo. En el centro del día
la Eucaristía, donde nos ofrecimos con el Señor y le presentamos a todas las
personas con las que nos íbamos a encontrar. Comida, descanso, otra pequeña
formación sobre cómo evangelizar en la calle, Rosario con la Virgen María,
suplicándole participar de su fe para ser una Iglesia viva y evangelizadora,
cena y Vigilia de evangelización desde
la Catedral. Al día siguiente contamos con una formación sobre el kerygma:
anunciar a Jesucristo en la calle y otra
que nos iluminó sobre la cuestión clave de la Nueva Evangelización: cómo
consiste en recuperar el espíritu eclesial de los orígenes de la Iglesia, a
cargo de Óscar Martínez y Pablo Ormazábal, respectivamente. De la mano de la
Virgen María, suplicamos una nueva efusión del Espíritu Santo que nos
transformase en apóstoles de fuego que incendiasen la Tierra de María, que es
España, que es cada corazón, nuestra diócesis complutense, yendo, como Ella, en
humildad, pobreza y docilidad a Dios, con su compasión, a buscar a los hombres,
que mueren sin Él.
Eucaristía de envío en la Catedral Magistral (don Juan Antonio, imponiendo la cruz a una misionera, arriba; grupo de misioneros, abajo, 16-VII) |
La Providencia quiso que
el envío a los lugares de misión de manos de nuestro Obispo y Pastor, don Juan
Antonio Reig Pla, tuviera lugar en la fiesta de la Virgen del Carmen. A primera
hora tuvimos una meditación sobre el corazón de pastor de san Pablo, donde se
nos explicó cómo la gran obra esencial de la misión es dar a luz a Cristo en
las almas, cuyo modelo perfecto es nuestra Madre. Ya en la Catedral, celebramos
la Eucaristía, donde fuimos enviados a siete parroquias de la diócesis,
mediante la bendición e imposición de la cruz, y habiendo recibido a Jesús en
la Eucaristía: Él nos envía y acompaña
en la evangelización. Las parroquias que nos acogieron este año fueron: Virgen
de Belén y Nuestra Señora del Val, en Alcalá de Henares; la Inmaculada
Concepción en Ajalvir; San Juan evangelista, en Torrejón de Ardoz; Nuestra
Señora de la Asunción, en Torres de la Alameda; San Andrés apóstol, en
Fuentidueña de Tajo, y San Martín obispo, en Valdilecha. Permanecimos en las
parroquias orando, compartiendo con los hermanos y evangelizando hasta el
sábado por la mañana, que regresamos a Alcalá. Allí rezamos por las calles el
Rosario, regando con oración, preparando el terreno para la evangelización de
la noche, para que, por María, el Espíritu Santo tocase los corazones. Por la
tarde, el sacerdote José J. Mora (Curry)
nos exhortó a vivir evangelizando en todo momento, como muestra de amor al
Señor y a los hombres. A continuación, preparamos la Gran Misión que tendría
lugar por la noche: la evangelización desde la Catedral, coronada por una
adoración eucarística en la Plaza de los Santos Niños, donde algunos
testimoniaron el momento impresionante de gracia que había supuesto, y lo
comparaban a cuando Jesús pasaba por Jerusalén y unos lo acogían, otros pasaban
de largo…
Adoración durante la Gran Misión, en la Plaza de los Santos Niños (20-VII) |
Un pueblo arrodillado
con sus lámparas encendidas esperaba, lleno de fe, la llegada del Esposo:
Jesucristo llegó para quedarse, está vivo, siempre con nosotros, y en la Plaza
estuvimos adorándole en un altar dispuesto dignamente para la ocasión,
agradeciéndole tanto derroche de misericordia y paciencia, por tantas
maravillas como hemos visto y las que nos contará en el Cielo…
Rosario por las calles de Alcalá, regando con oración la ciudad que va a recibir el anuncio |
Dicen que es de bien nacidos ser agradecidos. También que el agradecimiento de los dones a Dios atrae nuevos dones. ¡Es justo dar gracias a Dios siempre y en todo lugar!: demos gracias a Dios, a la Virgen María y a todo el Cielo, que no deja de interceder por nosotros para que seamos de Dios, para que seamos santos, como Él es santo ¡Proclamemos, con María, la grandeza del Señor, creyendo y esperando un Nuevo Pentecostés para cada rincón de España y del mundo! Que cada misionero, con los dones recibidos, los ponga al servicio de Dios y los haga fructificar en sus lugares de origen, para que ningún hombre se pierda. Sigamos rezando para que la semilla plantada dé fruto y todos se abran al amor de Dios y se dejen abrazar por su salvación.
En la Catedral, ante Jesucristo vivo |
Misioneros de Arde Complutum en el Seminario |
Compartimos, a continuación, algunos testimonios:
Javier comentaba cómo Arde
Complutum había sido como venir a Nueva York desde un pueblo y descubrir
una Iglesia viva, llena de carismas, como venir
a la Universidad. Aquí había aprendido mucho del kerygma, había visto cómo
se iluminan las pupilas de la gente cuando les hablas de Dios…y la necesidad
del sacrificio, ofrecido por las personas, y el sacrificio vivo y eficaz que es
la Eucaristía.
Cecilia descubrió cómo se puede evangelizar también rindiendo nuestras
coronas ante el Señor rezando por las personas.
Unas niñas de la parroquia de Belén salieron
con unos cestos con Palabras de Vida a la calle con el párroco y una
consagrada; una de ellas anunciaba el amor de Dios y, antes de que se fueran
los evangelizados, les decía: “Jesús te quiere mucho, pero me falta una cosa,
darte un abrazo de parte de Jesús”, y los abrazaba, con una frescura que dejaba
llenos de alegría a los que la escuchaban.
Fernando, seminarista, se maravillaba de cómo había logrado “entenderse” con un hombre
rumano que no sabía absolutamente nada de español. Le dio un papel para
escribir su petición, donde escribió tres nombres, y el misionero comenzó a
orar. Dile al Señor: “te quiero mucho”. Y el hombre lo repetía muy recogido,
tan recogido que conmovió el corazón del misionero, que comentaba que qué lejos
estamos a veces de rezar con el corazón. Quedarán para hablar y le regalará un
Nuevo Testamento en rumano.
Maribel se quedó con la unción con que se rezaba y la alegría que
tenían los misioneros.
David decía que había sido un bien para él estos días, un regalazo de
Dios, también los hermanos. Compartía cómo al principio estaba un poco
desesperanzado. Alguien comentó que habíamos venido a sembrar, no para ver los
frutos, y eso le tranquilizó. Desde ese momento le dijo al Señor: “Te voy a
nombrar evangelizador, hazlo todo Tú”. Desde ese momento se esfumaron los
miedos y agobios, el Señor se ocupó…y comenzaron a entrar en los comercios, muy
animados para evangelizar y con deseos de convertirse más al Señor. Descubrió
que donde abundó el pecado y la tentación, sobreabundó la gracia.
Almudena estaba bastante impresionada: parecía un entrenamiento antes de
salir a jugar un partido de fútbol. Se sentía interpelada a hacer lo que
habíamos hecho (evangelizar por la calle) en todo momento, y le pedía al Señor
no pecar de omisión. Le impresionó muchísimo la presencia del Señor en la calle
el sábado por la noche.
Antonio Eloy, sacerdote, se sentía apóstol de Jesucristo, invitado a confiar mucho en Él,
dejando que Dios ponga sus palabras en su boca para hablar…pues su Palabra, su
amor es lo que convierte…dejémonos hacer por Dios. Le encantó que hubiese
muchos deseosos de anunciarle y cómo había supuesto una confirmación de su
vocación: sacerdote, apóstol de Jesucristo.
Alicia descubrió el poder de la oración y la necesidad de ser
perseverantes con un grupo de islámicos que se acercaban a la Iglesia, mirando,
desde el exterior, al Señor en la custodia, pues estaban abiertas de par en par
las puertas del templo. El último día parecía que la gente entraba sola a la
Iglesia. Conversó con un musulmán y hablaban de cómo a su religión le faltaba
algo y preguntaba cómo saber más de Jesús. Ella se levantó, le pidió que le
esperase un momento y se encontró con el párroco, que venía con las manos
llenas de evangelios. ¡Regalaron un montón de evangelios aquella noche!
Nelson agradecía al Señor por preparar estos días para él y su familia,
con la que ha participado. En una evangelización, habló con un hombre al que
acababan de dar una mala noticia. Él le anunció la Buena Noticia. Le ofreció
una Palabra de Dios y se le invitaba a pedir, pues Él estaba allí. El hombre se
fue y, al rato, volvió a aparecer y le dijo: “Me encuentro mejor, gracias”. Es
precioso ver cómo Dios toca los corazones.
Fulgencia estaba de peregrinación procedente de Guinea. Se le acercaron
dos misioneros y se unió con otra amiga a la Semana de Evangelización.
“Le doy gracias a Dios
por vivir esta semana con todos vosotros y que hayamos podido ser
instrumentos para los demás, que cada día llevemos el amor de Dios a todos los
que nos encontremos y en nuestras casas, trabajos...especialmente. GRACIAS,
que sigáis en esta obra maravillosa, abriendo camino por donde vais” (Anabel).
“En este Arde Complutum he entendido mejor cuál
es la Iglesia de Jesucristo, cómo el Señor actúa a través de cada uno de
nosotros y su gusto por los sencillos y los débiles. Para que "quien se
gloríe, que se gloríe en el Señor". Hasta la próxima vez que nuestro Señor
nos reúna, que os bendiga cada día y la Madre María os acompañe” (Raquel).
“Yo me he ido de Arde
Complutum con el corazón lleno del fuego del Espíritu y de la presencia de Dios
en tantos momentos y también a través de vuestros gestos, alegría, testimonio...
Bendito seas, Señor, por tantas bendiciones recibidas...
¡Hermanos de Kerygma, seguiré rezando por vosotros para que el viento del Espíritu sea siempre vuestro guía! Gracias por esta oportunidad en la que Jesús nos ha hablado primero a nosotros para después llevarlo hasta los confines de la tierra...
¡¡Os llevo a todos en mi corazón y en mi oración!! Que la alegría de Jesús resucitado nos acompañe siempre” (Marta).
Bendito seas, Señor, por tantas bendiciones recibidas...
¡Hermanos de Kerygma, seguiré rezando por vosotros para que el viento del Espíritu sea siempre vuestro guía! Gracias por esta oportunidad en la que Jesús nos ha hablado primero a nosotros para después llevarlo hasta los confines de la tierra...
¡¡Os llevo a todos en mi corazón y en mi oración!! Que la alegría de Jesús resucitado nos acompañe siempre” (Marta).
¡¡¡GRACIAS, SEÑOR, POR
TODO, POR TI MISMO, A TI SEA LA GLORIA!!!
Queremos agradecer
también:
-De
un modo especial, a nuestro padre y pastor, don Juan Antonio Reig Pla, que
siempre nos alienta y exhorta a ser unos locos por Cristo y las almas, y nos abre
todas las puertas.
Rezando el Rosario en una Plaza de Torrejón de Ardoz |
Misioneros evangelizando en la puerta de la Catedral |
El misionero ha de ser contemplativo |
Jesús Eucaristía recorre las calles de Fuentidueña de Tajo |
Celebración de la Eucaristía, el centro de la vida, en Virgen de Belén |
Rosario en la Plaza de Ajalvir |
Súplica del Espíritu Santo en Virgen de Belén |
Misioneros salen a evangelizar |
Alabanza en el Seminario |
¿Rezamos por ti? |
Procesión de entrada en la Eucaristía de envío (16-VII) |
Jesús Eucaristía por las calles |
Misioneros anunciando a Jesucristo por la calle |
Ante el Salvador del mundo, en la Catedral |
En Torres de la Alameda, orando por los evangelizados |
En Nuestra Señora del Val |
En Torrejón de Ardoz |
En el Seminario |
Formación en el Obispado |