6 ene 2015

CRÓNICA DEL GRAN MISTERIO DE BELÉN


CRÓNICA DEL GRAN MISTERIO DE BELÉN

Como aquellos pastores que tuvieron la dicha de recibir la visita del ángel, que les anunciaba el nacimiento del Salvador del mundo, celebramos el pasado 19 de diciembre, en la Parroquia Virgen de Belén de Alcalá de Henares, el Gran Misterio de Belén, tratando de recrear aquel primer Belén de san Francisco de Asís en Greccio, en el siglo XIII.

 


Invitamos previamente a los niños y a sus familias en los colegios del barrio, repartiendo octavillas para que acudiesen a la parroquia.

Mientras en el interior del templo, lleno de paja para la ocasión, Jesús Eucaristía era adorado por María y José, en el exterior representamos el pasaje del anuncio del ángel a los pastores. Se nos invitaba a adorar a “Jesús escondido” bajo la apariencia de pan, a ir corriendo como los pastores a dar nuestro amor, nuestro corazón a Jesús. La gente fue entrando en la iglesia y cantábamos al Señor: “Te escondes en el Pan y aunque no te puedo ver, te puedo acompañar, es mi lugar preferido. Hoy te quiero adorar, abrirte mi corazón así, de par en par, eres mi mejor amigo, Jesús”. Repartimos unos corazones de cartulina a los niños e íbamos poniendo sus nombres. Ellos se iban acercando hasta Jesús y los depositaban a los pies del altar, en una cestita. Estuvimos un ratito cantando al Niño Dios, vivo, realmente presente en el altar.

San José, la Virgen María y los ángeles adorando a Jesús Eucaristía

 
El sacerdote fue pasando por los bancos con el Santísimo, bendiciendo a todos. Nos comentaba que le impresionó la alegría y la adoración de los niños. «Cuando me acercaba donde una niña que estaba con sus padres y sus hermanos, ella les avisó: "que está Jesús, que ahí está Jesús", como animándolos a disponerse para recibir su bendición”; juntó sus manitas, inclinó la cabeza, muy recogida, para acoger su bendición».

Al salir, fuimos repartiendo caramelos y una estampita a los niños, con Jesús Niño que decía: “Jesús te da su Corazón”. ¡Admirable intercambio: tú le das tu corazón al Señor y Él te regala el suyo!

A continuación, ya en el exterior, compartimos un chocolate y cantamos villancicos. Celebramos, más tarde,  la Eucaristía, seguidamente se expuso al Señor para la adoración, rezamos el rosario y algunos hermanos salieron por las calles, en aquella gélida noche, a llevar a Jesús y su amor a todos aquellos con los que se encontraron, al único Fuego capaz de alegrar y encender los corazones.

¡GRACIAS, SEÑOR, POR TI MISMO, POR TODO,
POR TANTOS BENEFICIOS!
¡QUE TODOS DESCUBRAN QUE VIVES Y ERES AMOR!

Compartimos más imágenes:





 
El anuncio del ángel a los pastores


 



 
 

Adorando al Niño Jesús