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Belén orando con la Palabra de Dios en Arde Complutum 2013 |
“Jesús sí cree en ti”
Testimonio de Belén Domingo
Sucedió en la evangelización del día 16 de Julio (día
de la Virgen del Carmen). Salimos juntas la hermana Caridad, Peregrina de la
Eucaristía, y yo (Belén).
Caridad anunció el Kerygma a Miguel y Laura, amigos
entre ellos, mientras yo rezaba. Miguel dijo que no creía en Dios, pero Caridad
le contestó: “Jesús sí cree en ti”. Tras
un rato de conversación con él, Laura dijo que tampoco creía aunque había
vivido la fe hasta los 18 años, había ido a un colegio religioso e incluso se
había confirmado. Después del fallecimiento de su madre, siendo ésta joven todavía,
y viendo cómo en su trabajo de enfermera
había niños que morían por enfermedad sin culpa ninguna, aun teniendo una vida
por delante, y ancianos enfermos que seguían vivos…
Laura no encontraba explicación alguna y por lo tanto tampoco al sufrimiento. Después de un largo
rato de conversación con ella, nos dijo que quería saber el porqué de algo que
le pasaba y si nos podía hacer una pregunta, pero antes se dirigió a Miguel
diciéndole que era una cuestión muy importante para ella, de tal manera que le
pedía tiempo; él le dijo que hiciera la pregunta sin ningún problema.
Quería saber por qué cada vez que veía una estampa o imagen
de la Virgen o cualquier Santo, no podía soportarlo, algo le pasaba en su
interior, no podía rezar, a las
iglesias no podía pasar e incluso nos contó que una vez vio la Palabra de Dios
escrita en unas piedras en Navarra y no pudo leerlas (yo con más insistencia y fuerza pedía ayuda a la Virgen, al Arcángel
San Miguel, no dejaba de invocar para mover su corazón y que se realizara
su conversión).
Caridad le propuso que nos acompañara y lo intentara
de nuevo con nosotras, porque el
Santísimo estaba expuesto. Ella aceptó y volvió a preguntar a su amigo,
que le dijo que sí, e incluso la animaba a que fuera para disipar esa
inquietud.
Fuimos hacia la Catedral, le di una estampa de la
Virgen del Carmen y dijo que no podía cogerla; su abuela también le decía que
rezara a la Virgen, pero no podía; Caridad seguía hablando con ella y
contándole su testimonio. Al llegar a la Catedral y ver la velas, dijo que no
podía seguir, se quedó parada y empezó a decir que no, que la perdonásemos,
pero que no podía seguir andando, empezaba a ponerse mal. Le propusimos hablar
con un sacerdote para que él le pudiese explicar lo que le pasaba. Ella sin
titubear dijo que sí.
Salió el sacerdote, la invitó a pasar dentro y ella dijo
que mejor fuera, porque le era imposible entrar. Ahí se quedaron. Nosotras
invitamos a Miguel a pasar y rezar por su amiga ante el Señor y aceptó. Tras un ratito de oración nos dijo que era
algo especial lo que le estaba pasando; como ya iban a reservar al Señor, nos quedamos
hasta recibir la bendición.
Al salir hacia fuera, vimos a Laura y al sacerdote
hablando dentro de la Catedral.Ella dijo
al sacerdote que, cuando nos viera, nos dijera que se había confesado.
Belén Domingo